Los recibos de la luz de los usuarios han pasado a una media de 68 euros mensuales. Aquí tenéis 12 recomendaciones sencillas para ahorrar energía y dinero y, de paso, poner nuestro granito para luchar contra el cambio climático.
Adoptar medidas de ahorro energético puede suponer un valor añadido importante y no debe verse como un gasto, sino como una inversión. Además, no es sólo cuestión de ahorrar dinero en el recibo de la luz. ¿Sabías que casi la mitad de todas las emisiones de gases de efecto invernadero en EEUU provienen de la energía que utilizan los ciudadanos para alimentar sus casas y coches?
Son cosas muy simples, pero si todos nos planteásemos hacerlas a la vez, nuestras acciones podrían tener un gran impacto no sólo en nuestros bolsillos sino también en el medio ambiente:
1. Solicita una auditoría energética
Con un pequeño gasto adicional, un experto analizará nuestra casa y señalará los puntos con fugas de aire, comprobará el estado de los calentadores y los aparatos eléctricos, etc. y propondrá soluciones con las que se mejorará el ahorro de energía en nuestro hogar.
2. Aísla tu casa
Sella las fugas de aire que hay en las ventanas, puertas e incluso alrededor de extractores o conductos de ventilación. Utiliza una pistola de silicona o un poco de masilla para impedir que el aire entre o salga. Para determinados escapes es mejor dejarlos en manos de profesionales.
3. Reemplaza las bombillas tradicionales
Las lámparas halógenas utilizan 10 veces más electricidad que las bombillas de bajo consumo o las led. Claro, son más caras, pero se amortizan mucho antes de que termine su vida útil (entre 8.000 y 10.000 horas). Las bombillas de bajo consumo, es uno de los cambios más sencillos que puedes hacer. Tu asesor energético podrá realizarte un estudio de iluminación para comprobar el número y tipo de bombillas a cambiar.
4. Pon cortinas y alfombras
Tanto el frío como el calor se transmiten a través de las ventanas y suelos. Durante el invierno, utilizar cortinas y alfombras del material adecuado para eliminar los puntos fríos puede suponer un ahorro de hasta un 25% en la factura de la calefacción. Nuestras acciones podrían tener un gran impacto no sólo en nuestros bolsillos sino también en el medio ambiente.
Cuando acaba el frío, puedes conseguir un importante ahorro en aire acondicionado y uso de ventiladores manteniendo la casa fresquita y protegida del sol echando cortinas y persianas durante el día y abriéndolas cuando caiga el sol. En caso de no disponer de aire acondicionado, lo ideal es que corra el mayor aire posible de la calle en las habitaciones.
5. Desenchufa siempre que sea posible
Apaga todo aquello que consuma energía cuando no lo estés usando. Obvio que la nevera no, pero sí por ejemplo la pantalla del ordenador o la televisión cuando te vayas a dormir. Evita los “stand by”. En portátiles y otros dispositivos eléctricos, utiliza el modo suspensión y ellos solos se apagarán por completo cuando no los toques durante un rato.
6. Date duchas cortas
Las duchas de no más de 7 minutos. Nada de cantar, de relajarte con el agua caliente, ni ná de ná… Dejarte llevar por las sensaciones agradables y tardar 20 minutos se puede traducir en cientos de euros al año, así que, si lo ves necesario para no tardar, empieza a cronometrar cuánto tardas. Mejor una facturación nocturna, para que te duches por la noche y notes cómo poco a poco baja el consumo de energía en tus recibos.
7. Apaga las luces
Procura hacer un recorrido por tu casa para asegurarte de que están apagadas todas las luces que no sean necesarias y, por supuesto, siempre que salgas de una habitación y se quede vacía, déjala a oscuras. La luz representa el 20% del gasto en energía de la mayoría de los hogares, por lo que esta pequeña acción se traducirá en un ahorro real en el transcurso de un año.
8. Lava con agua fría
Los detergentes modernos están formulados para quitar la suciedad y las manchas aceitosas de la ropa incluso en agua fría. Además, a estas temperaturas cuidarás mejor los tejidos y los colores de las prendas aguantarán más tiempo. ¡Todo ventajas!
9. Baja el calentador de agua
A menudo, los fabricantes de calentadores establecen la temperatura media del agua en unos 60 grados centígrados, que es lo suficientemente caliente como para que te quemes, así como dañino para las tuberías. Bajando la temperatura a unos 40 grados y regulándola con agua fría para fregar o ducharte, notarás como ahorras energía y dinero.
10. No calientes ni enfríes la casa cuando esté vacía
A todos nos gusta llegar a casa y que esté a la temperatura ideal. Se recomienda programar el termostato para que empiece a enfriar o calentar la casa unos 20 minutos antes de que lleguemos. Dejar la calefacción encendida o el aire puesto durante horas si no vamos a estar es una de las formas más comunes de desperdiciar energía y malgastar una gran cantidad de dinero.
11. Contrata los servicios de una asesoría energética
Tu asesor energético de confianza te conseguirá la mejor oferta para tu contrato de luz y gas, cada año, optimizarán tus potencias contratadas, y te darán el soporte y servicio particular, que no te ofrece la propia comercializadora. Además, te ayudarán en el análisis de necesidades de tu hogar para garantizarte la mayor eficiencia energética. Un buen asesoramiento energético ya es un servicio de vital importancia.
12. Crea una lista de medidas de ahorro que particularmente sirvan para ti
Tú conoces tus hábitos mejor que nadie, tus consumos pueden distar mucho de la norma general. Es necesario reflexionar un poco acerca de la peculiaridad de tu casa en cuanto al consumo energético y determinar dónde y cómo podríamos corregir un exceso de consumo. Ten esta lista presente y aplícala en su totalidad, en la medida de lo posible, y así conseguirás la mayor eficiencia energética para siempre en tu hogar.